Esmir Garcés Q.
Escritor y Editor Cultural
“Escribiendo
en mi Facebook”, de Heber Antonio Zabaleta González es un libro que nos acerca
a los tejidos y a las fibras del mundo actual de los niños, las niñas y los
jóvenes. En mi caso particular, Heber Antonio me ha motivado a remontar mi
niñez, tal como lo hiciese Marcel Proust “En busva del tiempo perdido”. Tengo
que decirlo, que mis contemporáneos nacimos y alcanzamos la adolescencia en el
resplandor del conflicto armado; igualmente, fue una generación que
inicialmente carecíamos en nuestras casas de los sistemas de comunicación como
la radio, la televisión y del teléfono. Y que decir de nuestro juegos, por su
puesto muy distintos a los de ahora. En
ocasiones para parodiar estas épocas,
indico que no somos de la
generación de la guayaba sino la del cachaco y la compota. La generación en la
que escuchábamos las aventuras de Kalimán o lo temas musicales de Olimpo
Cárdenas, Oscar Agudelo, Vicente Fernández, Javier Solís, Gardel, El Caballero
Gaucho, Jorge Villamil Cordovez, Silva y Villalba, Los Tolimenses, o leíamos
los comics de Memín, Arandú, Condorito entro otros. Fuimos una generación
testigo de la transición entre lo rural a lo urbano, y de los oscuros capítulos
del terrorismo y de la narco-política de nuestro país, del nacimiento de las
urdimbres y los imaginarios, y del lema: “la letra con sangre entra”.
Heber Antonio nos presenta una
memoria de tramas y sombras comunicativas, de sueños y deseos, de entornos y
encuentros. Basta introducirnos en su libro para entender su cotidianidad:
desde el regreso a clases y en el aula, pasando por el fútbol, la música, los
libros, las fiestas, el cine, los idiomas, los juegos, la navidad, los amigos y
otros títulos más que el autor quiere darnos a compartir. El libro “Escribiendo
en mi Facebook”, nace de la interacción y el amor filial entre padres e hijo, de la relación con las bibliotecas
infantiles y de la revista Güipas del diario La Nación. Es un bello mundo, es
un admirable comienzo para un niño que se ha encontrado con un país
transcultural, con una ciudad entrelazada
por lo local y lo global, entre el rajaleña y el reggaetón, entre
pequeñas tiendas de barrio y de supermercados y centros comerciales. Que
interesante que un niño o adolescente empiece por hallar sus llaves de la memoria, porque más
allá de la escritura, la vida se hace milagro gracias al lenguaje, tan útil
como el aire y el agua para los árboles.
Perfil
Heber Antonio Zabaleta González
Con 11 años de edad, este niño huilense
nació en Bogotá por ‘avatares’ de la vida, pero registrado en el municipio de
Colombia, norte del Huila, de donde es oriunda
su progenitora.
Rodeado de la música y canciones de su
mamá, y de los libros de su papá, no es extraño que aparte de ser un gomoso y
‘experto’ de las nuevas tecnologías, la escritura y la lectura sean sus
acompañantes en muchos momentos, situaciones que le han permitido destacarse en
los distintos colegios en los cuales ha cursado su primaria y ahora su
bachillerato.
Desde muy pequeño, las letras hacen parte
de su actividad cotidiana. En su paso por Años Mágicos, rectora y profesoras lo
recuerdan como el niño de las historias fantásticas, creativas y sus primeros
escritos recibían las mejores
calificaciones, los aplausos y el
reconocimiento de toda esa comunidad
académica.
Luego,
en el Gimnasio Americano ABC también se distinguió por su aprendizaje en
materia de escritura y un ejemplo por su forma de comunicarse a través de
cuentos y narraciones que surgían de su
imaginación. Esta capacidad la ha seguido desarrollando en el Colegio Colombo
Inglés del Huila donde actualmente cursa su sexto grado y sus escritos tienen
gran aceptación entre compañeros y educadores.
Esa inclinación, llevó a que fuera
invitado a escribir en la Revista Güipas, publicación dominical del Diario LA NACION de Neiva dirigida a la
población infantil del Huila, y en el periódico LA NACION Jr que se publica dos
veces en el año con motivo del Día del Niño en Abril y Día de los disfraces en
octubre.
Adicionalmente, como integrante de los
Scout de Colombia, hoy en día es tropero y tesorero de su grupo, ha tenido la
oportunidad de viajar a varios municipios del Huila, e incluso del país,
experiencias de las cuales surgen
historias y temas que aborda en sus escritos.