lunes, 23 de agosto de 2010

Cruzada ciudadana en San Luis por sus árboles


Un profesor y sus alumnos, al igual que varios ciudadanos, cuestionan millonario proyecto de reconstrucción del parque de esa localidad.

Heber Zabaleta Parra
LA NACION, Neiva
En el corregimiento de San Luis, zona rural del municipio de Neiva y tierra de la cual es oriundo el alcalde Héctor Aníbal Ramírez Escobar, todos opinan sobre el tema polémico de estos días: la reconstrucción del parque central.
Y es que el ambicioso proyecto, anunciado por la Administración Municipal, llenó de jolgorio a la población, que veía en el mismo la realización de una promesa en campaña del mandatario con sus paisanos de dejar una importante obra en esa localidad durante su gestión.
Sin embargo, el aplauso generalizado del primer momento al conocerse la noticia, se transformó en una ardua polémica entre diversos sectores de San Luis, que coinciden en la necesidad de mejorar las condiciones del actual parque, pero que ahora se muestran divididos ante la posibilidad de una masiva tala de árboles que están en el lugar.
Temen un verdadero ‘arboricidio’. Consideran, algunos, que pese a lo importante de los trabajos a desarrollar en el Parque Principal, y que apoyan, también es vital que se resguarde el entorno natural del lugar y su medio ambiente, para que no se vaya a transformar en una ‘selva de cemento’.
Por ello, al frente de la defensa de los árboles que serían podados, una tarea que ha sumido como una especie de apostolado y forma de pagar una deuda histórica con sus vecinos, pese a las críticas recibidas y los comentarios malintencionados y duros que le llueven, está el profesor Víctor Hugo Rivera Quiroga.


La tarea del profesor
Este personaje, de 42 años, nacido y criado en San Luis, es heredero directo de las familias fundadoras de este poblado, de ahí que asuma como propia la voz de quienes respaldan que la reconstrucción del parque se haga, pero que los árboles, especialmente que están en el centro del terreno, no tengan que desparecer bajo las capas de cemento que se proyectan y el ruido de las motosierras.
Precisamente ese contacto directo y permanente con el campo, llevó a Víctor Hugo Rivera Quiroga, luego de culminar su bachillerato, a estudiar Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, y ser hoy en día egresado de la Universidad del Bosque de Bogotá.
Y pese a las múltiples ofertas laborales, y el nuevo mundo que se le abrió en la capital del país, el profesor Rivera Quiroga se regresó al Huila y desde hace 18 años ejerce su profesión en el departamento, 11 de ellos en la vereda El Cocal y desde hace siete años está en San Luis en la Institución Educativa San Luis Beltrán.
Allí, en el reencuentro diario con sus raíces, y en la enseñanza de sus clases a los alumnos, ‘reaprendió’ el valor del entorno natural y de la vida en el campo, pero siempre pensando en el progreso y avance para las comunidades, sin destruir ni atentar contra el medio ambiente.
En desarrollo de esta tarea cotidiana, y cuando se enteró de la proyectada reconstrucción del Parque Central, fue el primero en apoyarla, pues era llevar un toque de modernidad y posibilitar la generación de empleo para un amplio número de residentes de San Luis.
Sin embargo, al conocer la maqueta de la obra, su entusiasmo se transformó en preocupación, ya que los trabajos de renovación de ‘la sala’ de San Luis implicarían la desaparición de un buen número de árboles del tradicional parque.

Frondosa polémica
A la iniciativa del profesor Víctor Hugo Rivera Quiroga se le han sumado estudiantes y varios sectores ciudadanos, identificados con su visión de preservar un símbolo del poblado,
No obstante, otro importante grupo de residentes piensa que la propuesta de la Administración Municipal está bien, no tienen ningún reparo y justifican la tala de los árboles en la necesidad de progresar y mostrar otra cara de San Luis.
Consideran que las críticas pueden frenar el proyecto y creen que los árboles sólo están produciendo basuras, mientras que con las obras anunciadas, se permitirá la transformación de una amplia zona de esta localidad, modernizar la arquitectura del sector y ofrecer una visión distinta de este corregimiento neivano.
El educador Rivera Quiroga recuerda que esta será la tercera ocasión en que el parque es sometido a millonarias remodelaciones, “pero en las dos ocasiones anteriores se respetaron los árboles, el entorno y considero que en la actualidad se pueden adelantar construcciones que sean verdaderamente amigables con el ambiente y no que lo afecten, destruyan”.
“Reiteramos nuestro apoyo a la obra, pero sin que se afecte la naturaleza y, menos, que se presente un arboricidio, pues estamos dispuestos a abrazarnos a los árboles y no dejar que los corten”, subrayó el licenciado en Ciencias Naturales y Educación Ambiental.

Alcalde tiene la palabra
La situación que se vive en San Luis fue comunicada al alcalde Ramírez Escobar en una carta con cerca de 100 firmas, donde le señalan que “No nos oponemos a la remodelación de la capa dura de nuestro parque, ni al diseño siempre y cuando éste no afecte en lo más mínimo a nuestros vivos y mudos testigos de muchos acontecimientos que a los sanluiseños nos compete.
Tendríamos obras que en verdad perpetuarían el nombre de un dignatario y su gabinete de trabajo, y conllevarían al verdadero desarrollo de nuestra región como lo son:
La carretera San Francisco-San Luis, que nos acercaría a la capital y sería además el gancho para el paso obligado a la futura vía al mar; Mejoramiento de las vías carreteables (internas del centro poblado a las veredas) y saneamiento ambiental; y remodelación y construcción de escuelas y dotación de elementos pedagógicos que tengan coherencia con la tecnología de punta”.

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