viernes, 22 de noviembre de 2013

Construyendo cimientos sólidos en la vida matrimonial

¿Hay todavía lugar para el punto de vista tradicional sobre el matrimonio?
La respuesta es con un rotundo “SÍ”

Pedro Antonio Montenegro Guerrero
Nuestro punto de vista es que el matrimonio sigue siendo de importancia vital, no solo para nosotros como individuos, sino como fundamento de cualquier sociedad.
§  El matrimonio es la base ideal dada por Dios para la vida familiar, particularmente porque los niños aprenden mejor lo que es un compromiso y las relaciones e amor a través de la experiencia de promesasvividas entre su mamá y su papá.
§  Nada hay más importante en la educación de un hijo que la unidad y el amor entre los esposos. Los niños, como los adultos, siempre aprenden más por lo que ven que por lo que se les dice.
§  Un papá nos dijo recientemente: “Me he dado cuenta disque la mejor manera de amar a mis hijos es amar a mi esposa”.
§  Pero el matrimonio no es solamente para el beneficio de los hijos.
§  Hay un profundo deseo dentro de todos nosotros de tener a alguien con quien podamos ser totalmente abiertos y honestos emocional, espiritual y físicamente…..
§  Tenemos la oportunidad de compartir cada aspecto de nuestra vida con otro ser humano.
§  Nos ha sido dado un consejero, un compañero, un mejor amigo, en resumen, un cónyuge para toda la vida.  Y si somos pacientes, amables y faltos de egoísmo, descubrimos que cada uno de nosotros posee una riqueza inagotable.
§  El matrimonio ha aportado un gozo indescriptible a millones de parejas (entre hombre y mujer) y ha sido celebrado en todo el mundo con ceremonia, poesía, prosa y canción.
“Por eso el hombre deja a su padre y  a su madre, y se une a su  mujer, y los dos se funden en un solo ser”. Gén. 2, 24.

¿Qué aspectos o estrategias pueden ayudar a construir  cimientos sólidos en la vida matrimonial?

Si queremos construir un matrimonio solido necesitamos establecer cimientos profundos, bases firmes, así como cuando se va edificar  una casa o un edificio. Hacerlo lleva tiempo y quizás produzca ruido y polvo. Tal vez en ciertos momentos esa construcción nos parezca dolorosamente lenta. Puede que sea necesario desarrollar nuevas formas de comunicación. Quizás sea necesario  también hablar sobre temas conflictivos o sensibles, y el perdón tendrá que convertirse en un hábito.
Muchos matrimonios se rompen no por incompatibilidad, sino porque esposo y esposa, desde antes de casarse,  nunca supieron los elementos mínimos que se necesitaban para mantener viva una relación.
Cada matrimonio es diferente y aprende a sobrellevar sus problemas de alguna forma, aunque no siempre tiene un final feliz.  Probablemente en el intento de resolver sus diferencias, las parejas actúan de la forma menos indicada.
Hoy  queremos compartirles siete reglas de oro  para el matrimonio, aunque hay más,  que si bien no son la solución a los problemas que se presentan, al menos les va a permitir revaluar la vivencia conyugal. Son reglas que te ayudarán a que en el matrimonio se conviva con respeto y armonía.

Primera. Asegurarse de reservar tiempo el uno para el otro y pasarlo bien.
Segunda. ¡Hay que continuar hablando y escuchándonos mutuamente!
Tercera.Estudiar las distintas maneras en que tu pareja se  sienta amada.
Cuarta.Hablar sobre las diferentes entre hombre y mujer, y orar juntos.
Quinta. Practica el perdón.
Sexta.Honra tus padres, pero no permitas que seas controlado por ellos.
Séptima.No hay que descuidar la intimidad sexual.




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